Que petición tan difícil nos hace el Señor Jesucristo amar a nuestros enemigos y hacer bien a los que nos aborrecen ¿Pues cuando se ha visto? El ser humano se ha hecho tan indiferente tan egoísta, se ha creado para sí un sentido de prosperidad extrema que se niega a compartir con los demás lo que posee anteponiendo que le ha costado demasiado hacerse de ello o escudándose en la ley del más fuerte. Pero la ley del amor de Dios a nosotros nos demanda amar no solo a Dios o a nosotros mismos o a los amigos o semejantes, sino que la ley divina va mas allá, amar a los enemigos y hacer bien a los que nos aborrecen, y para hacerlo de corazón solo se necesita que en verdad Cristo esté en nosotros y amatemos como Cristo nos ama sin reservas.
Quiera Dios que esta ley del amor al enemigo no quede solo en concepto sino que se lleve a la práctica como verdaderos cristianos que somos.
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezer
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