Para mí, leer y escudriñar la Palabra de Dios es como adentrarme a los pensamientos mismos del Altísimo. Es conocer mas a Dios y fortalecerme en el espíritu. Es como una respuesta acertada o como un consejo en el momento preciso. Solo leyéndola, oyéndola, meditándola, poniéndola en práctica he comprobado que toma vida en mi vida y me hace fuerte en todo momento.
La Sagrada Escritura tiene palabra para mis momentos tristes o alegres, para esos tiempos amargos como los de éxito.No cabe duda que la Palabra de Dios fortalece mi fe en Cristo.
Hermanos y amigos nunca dejemos al descuido la Palabra de Dios, date un tiempo para leerla, meditarla y ponerla en práctica. Atrévete a vivir una vida de fe fortalecida en las Escrituras de Dios. Ellas, dijo Cristo, hablan de mí. Acuérdate que todo pasará y solo la palabra de Dios permanecerá para siempre.
Dijo el salmista que convierte el alma, que hace sabio al sencillo, que alegran el corazón que alumbra a los ojos, que permanece para siempre, que sus juicios son justos, que es deseable más que el oro y dulce más que la miel. Salmo 19: 7-10
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezer
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