Cuando logremos ver la casa de Dios como un punto centro donde la gloria de Dios se hace presente y Su Espíritu Divino se manifiesta consolando, fortaleciendo y que la gracia de Cristo siga salvando a los pecadores y el poder Divino sanando a los enfermos y levantando al caído o profetizando o de alguna manera muy especial ministrando a nuestras vidas, entonces y solo entonces la casa de Dios será para cada uno lo que realmente es y debe ser: una casa de oración y de adoración diría yo. Porque en ese momento nuestras vidas casi por inercia me atrevo a decir que sacaran desde muy adentro la alabanza genuina y sincera a Dios porque no habrá malestar que nos impida glorificar el bendito nombre del Altísimo.
Cuando veamos la casa de Dios como sucursal del cielo la bienaventuranza de la alabanza perpetua estará en nuestros labios “Bienaventurados los que habitan en Tu casa perpetuamente te alabarán”. Nunca olvides que Dios lo llena todo en todo
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezer
ebenezertemplocristiano2009@gmail.com
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