La semilla de mostaza es una de las semillas más pequeñas que existen. Es una semilla pequeña y diminuta al ser plantada, pero cuando crece se hace tan grande y resistente que llega a ser como un árbol.
Jesús empleó esta ilustración para mostrar que el Reino de Dios tiene comienzos pequeños e insignificantes, pero con el paso de los años crecerá y producirá resultados maravillosos y notables. Crecerá a lo largo y ancho de mundo de tal manera que alcanzará cada vez a más y más personas.
Hasta el día de hoy hemos sido testigos de cómo el Reino de Dios se ha extendido de una manera maravillosa e impresionante. Hemos podido comprobar cómo Dios sigue obrando maravillas en sus hijos. Hemos sido testigos de cómo cada día, Dios sigue salvando y restaurando. Hemos sido testigos de que el Reino de Dios cada vez está más cerca.
Saludos cordiales, bendiciones
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Arturo Gómez Garza Pastor Eben-ezer
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