Nadie se presentará ante el Señor con las manos vacías
Deuteronomio 16:16
Conviene
precisar el significado del término administrador: es la acción de gobernar regir
o cuidar; otra definición es la actividad encaminada a procurar la buena
marcha de los negocios públicos y privados. Resultará más fácil comprender este
concepto si hacemos un contraste entre un dueño y un administrador. Mientras el
primero tiene derechos que confiere el
dominio de los bienes que posee, el administrador carece de ellos. Siempre
tendrá que hacer uso de los bienes que se le han confiado de acuerdo con los
deseos del dueño.
¿Qué
tiene que ver este concepto con el creyente en Cristo? El dueño absoluto de
todo es Dios, puesto que la Biblia declara: De Jehová es la tierra y su
plenitud, el mundo y los que en el habitan Salmo 24:1, en este sentido
cada uno de nosotros somos solamente administradores de lo que poseemos. Así lo
entendieron los creyentes de la iglesia primitiva, pues, ninguno decía ser suyo propio
nada de lo que poseía… Hechos 4:32
Al
distinguir entre el concepto de dueño y de administrador se hace resaltar la
importancia del principio de dar para el Señor de los bienes obtenidos, porque
al fin de los días tendremos que rendir informes sobre la manera de manejar
dichos bienes que se nos encomendaron. Ninguno podrá considerarse dueño de sus
diezmos y ofrendas, pues según Malaquías 3:8,10 estos pertenecen al Señor.
Sería imposible robar estos bienes a
Dios sin no le pertenecieran.
Algunos
creyentes piensan que no cuentan con la suficiente economía para ofrendar o
diezmar. A los tales es necesario hacerles pensar en la Palabra de Dios… Y
ninguno se presentará delante de Jehová con las manos vacías; cada uno con la
ofrenda de su mano, conforme a la bendición que Jehová tu Dios te hubiere dado.
Deuteronomio
16:16-17
Levítico
5:11 nos relata que los pobres no podían ofrecer un cordero ya que no contaban
con la suficiente economía, ante esto, Dios no les dice que quedan exentos de
ofrecer su sacrificio sino que podían
presentar dos tórtolas, ni siquiera José y María pudieron eludir esta
obligación y trajeron la ofrenda de los pobres.
¿Y qué del ejemplo en Lucas
2.24? Los hermanos macedonios que a pesar de su profunda
pobreza dieron más allá de sus fuerzas.
¿Qué
pasa si ofrendamos a Dios? El ofrendar es dar un paso de fe, 2 Corintios 9:7
menciona que: “cada uno dé como propuso en su corazón, no de mala gana ni por
obligación, porque Dios ama al dador alegre”. Este paso de obediencia
abrirá la ventana de los cielos y derramara bendición hasta que sobre y abunde,
también detendría al devorador por nosotros. Y Su Palabra confirma Dad y
se os dará medida buena apretada y remecida dará en vuestro regazo. Lucas 6:38
Queremos
orar por ti
Templo
Cristiano Eben-ezer
Saludos
cordiales, bendiciones
Maná
para Eben-ezer
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