jueves, septiembre 19, 2019

VELEMOS Y OREMOS POR LA CIUDAD







Y la mano del Señor estaba con ellos
y gran número creyó y se convirtió al Señor
Hechos 11:21

Alguien comparó el avance del Evangelio en el libro de los Hechos con lo que sucede cuando alguien quiere apagar el fuego a golpes, lo único que logran es dispersar brasas y chispas por todos lados provocando así la propagación del incendio, en lugar de extinguirlo.

El enemigo usó toda clase de tácticas para atacar a la iglesia, la muerte de Esteban desató una serie de persecuciones que obligaron a los creyentes a salir de Jerusalén y de Judea para refugiarse en los países vecinos, pero si el enemigo de nuestras almas pensaba que acabaría con la propagación del evangelio, estaba totalmente equivocado. En todo lugar que fijaban sus residencias, aunque fueran por un corto tiempo, los seguidores de Cristo anunciaban las bendiciones que habían recibido por medio del Evangelio de Salvación; es evidente que en todo esto se manifestaba la mano Poderosa del Señor.

Los primeros creyentes se habían aferrado a mantenerse este mensaje solamente entre la raza Judía, Dios quería lanzarlos a un mundo nuevo y necesitado de oír del plan de redención, de otro modo, ellos no hubieran hecho mucho por ir a tierra extraña para ganar nuevos discípulos, esta era una nueva estrategia divina para iniciar el ensanchamiento de la joven iglesia, de otro modo quizá tal cosa nunca hubiera iniciado. Esto es muy parecido a lo que hacen las águilas cuando ven que ya es tiempo de que los aguiluchos abandonen el nido, son lanzados al vacío para que empiecen a volar.

Hay que señalar que la propagación del Evangelio se debió a la estrategia de la movilización al traslado de la familia o grupo de cristianos a distintas ciudades. Cualquiera hubiera pensado que la persecución que se desató contra los seguidores de Jesús después de la muerte de Esteban, serviría para acabar con la Iglesia, sin embargo fue todo lo contrario, las colonias de creyentes sirvieron como base para establecer congregaciones que llegaron a florecer enormemente. Esta estrategia debería ser imitada por los movimientos evangélicos de la actualidad, sería interesante seguir la trayectoria de familias o grupos que emigran a nuevos lugares y ayudarlos para que inmediatamente unan esfuerzos y establecen contactos para la evangelización en las distintas comunidades.

Antioquía era una ciudad cosmopolita, esta ciudad con su comercio internacional y la mezcla de razas y culturas hizo que los hombres cedieran un poco a las tradiciones del país de origen y estuvieran dispuestos a relacionarse con otras nacionalidades, esto contribuyó a que los judíos que creían en Cristo se hayan establecido en Antioquía, tuvieran menos prejuicios raciales y comunicaban el Evangelio a los griegos que allí moraban.

El deber de todo hijo de Dios, es de interesarse en que los que han aceptado al Señor, perseveren en la fe y crezcan en el Señor; no es suficiente que los hombres se conviertan, es urgente que se les exhorte con la Palabra de Dios y el consejo cristiano para que permanezcan fieles en el camino del Señor

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