Bendice, alma mía, a Jehová,
y bendiga todo mi ser su santo nombre.
Bendice, alma mía, a Jehová,
y no olvides ninguno de sus beneficios
Salmo 103:1-2
Durante
una de las clases de la Escuela Dominical se tocaron los temas de la Alabanza y
la Adoración a Dios. Adorar es amar a Dios al extremo. Lo Adoramos por Quien es
Él y lo Alabamos por lo que Él hace. El rey David sabía esto y lo aplicaba
diariamente a su vida ya que amaba en gran manera a Dios y lo alababa como
describe el verso, todo su ser no se cansaba de alabar al Señor, ya que Dios lo
había puesto por rey de Israel y sabía que la alabanza a Dios cambiaba las
cosas. Sabía que si se separaba de Él lo que le podría pasar.
David
sabía que a Dios le agrada la alabanza y lo expresaba en estos hermosos versos,
así como él lo hacia nosotros como cristianos debemos aplicarlo a nuestra vida.
No olvidemos nunca lo que ha hecho por nosotros que, si somos sinceros, ha sido
más de lo que realmente merecemos. A Dios le agrada la alabanza y como bien
dice el Salmo 150: “alabémosle con todo nuestro ser, alábale por Sus proezas,
alábale por Su grandeza, alábale con tus manos, con tus pies, con todo tu ser. A
Dios sea la gloria.
Queremos
orar por ti
Templo
Cristiano Eben-ezer
Saludos
cordiales, bendiciones
Maná
para Eben-ezer
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