¡alabaré a mi Dios, con todas las fuerzas de mi ser!
Salmo 103:22
El
relato bíblico de la entrada de Jesús a Jerusalén es conocido por todos, Jesús
envió a dos de discípulos por un pollino, se lo traen, lo suben y comienza a
avanzar, durante el camino la gente tendía mantos a Su paso, y la multitud comenzó
a alabar a Dios a grandes voces por todas las maravillas que habían visto, diciendo:
!!Bendito el rey que viene en el nombre del Señor; paz en el cielo, y gloria en
las alturas! Lucas 19:37-38 sin embargo hubo quienes le pidieron a
Jesús que la gente no hiciera esto, y las sabias palabras de Jesús fueron: Les
aseguro que si ellos se callan, las piedras gritarán. Lucas 19:40
Al
meditar en todo esto, no me queda más que pensar en que si nosotros que hemos
sido creados a imagen y semejanza de Dios y tenemos el privilegio como seres
humanos de poder alabar a Dios, y no lo hacemos ¡alguien más lo hará! pues Su
Palabra dice Que todo lo que respira alabe al SEÑOR Salmo 150:6
Hoy
te invito a que alabemos a Dios como nos exhorta el salmista:
Ustedes, sus ángeles poderosos, que cumplen sus mandatos
y llevan a cabo sus órdenes, ¡alaben a mi Dios!
Y ustedes, sus ejércitos, que están a su servicio y
cumplen su voluntad, ¡alaben a mi Dios!
Y ustedes, sus criaturas, que llenan todos los rincones
de todo lo que existe, ¡alaben a mi Dios!
Yo, por mi parte, ¡alabaré a mi Dios, con todas las
fuerzas de mi ser!
Salmo 103:20-22
Queremos
orar por ti
Templo
Cristiano Eben-ezer
Saludos
cordiales, bendiciones
Maná
para Eben-ezer
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