Maridos, amad a vuestras mujeres,
así como Cristo amó a la iglesia,
y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla,
habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la
palabra,
a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa,
que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante,
sino que fuese santa y sin mancha.
Efesios 5:25-27
El
plan de Dios para los esposos está basado en el plan que Dios trazó así mismo
en el universo. En el antiguo testamento, Dios manifestó como el esposo y padre
de familia de Israel, Su poder y Su providencia se fueron manifestando mientras
los guiaba a través del desierto y cuando entraron a la Tierra Prometida.
Jehová
demostró Su autoridad declarándosele completa lealtad Deuteronomio 6:4 Oye Israel
Jehová nuestro Dios Jehová uno es. Demostró Su gran amor por Israel
defendiéndolo de sus enemigos y librándolo del cautiverio.
Jesús
presentó a Dios como nuestro Padre Vosotros pues orareis así, Padre nuestro que
estas en los cielos, santificado sea tu nombre Mateo 6:9. Pablo declaró
que los hijos de Dios son aptos para heredar los privilegios del reino de los
cielos en esta vida y en el mundo que ha
de venir Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son
hijos de Dios Romanos 8.14. En la relación entre Padre y el Hijo dentro
de la divinidad, vemos ilustradas las dimensiones de las relaciones de la
familia cristina, diseñadas en el cielo.
En Cristo vemos lo que los esposos deben ser para sus esposas. El
esposo debe estar atento a las necesidades de la esposa en todos los niveles de
la existencia humana es decir, en el aspecto físico, emocional e intelectual,
espiritual y social de la vida, si él trata de satisfacer las necesidades de su
esposa en forma adecuada, ella estará más capacitada para satisfacer las
necesidades de su esposo. El amor de un esposo cristiano debe parecerse al de
Cristo, debe ser un amor tan fuerte y firme que pueda constreñido al sufrimiento
y aun hasta la muerte por su esposa así como Cristo dio Su vida por la iglesia,
esta clase de amor necesita tiempo y espacio para desarrollarse y esto solo
viene como resultado de una relación matrimonial en la que Cristo es el Señor.
Cuando
el esposo empiece a amar a Dios con todo
su corazón, con toda su alma, su mente y su fuerza, empezará también a
descubrir nuevas formas de amar a su esposa sabiendo que el hombre es cabeza
del matrimonio y la familia. Ningún esposo o padre es capaz de amar y respetar
a su esposa sin la ayuda del Espíritu Santo, así pues en la actualidad tenemos que
tener para el buen funcionamiento de una relación familiar a Dios en nuestras vidas. Dice el Salmo 127:1
Si
Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no
guardare la ciudad, en vano vela la guardia.
Queremos
orar por ti
Templo
Cristiano Eben-ezer
Saludos
cordiales, bendiciones
Maná
para Eben-ezer
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