¡Quién me diera el saber dónde hallar a
Dios!
Yo iría hasta su silla.
Expondría mi causa delante de él,
y llenaría mi boca de argumentos.
Yo sabría lo que él me respondiese,
y entendería lo que me dijera
Job 23:3-5
¿Qué significa la palabra reto? Objetivo o empeño difícil de
realizar y que constituye en un estímulo
para quien lo enfrente. En la vida de
Job encontramos un reto difícil de superar en medio de la adversidad. Pero a
pesar de ello dejo una expresión profunda y anhelo en su corazón de encontrarse
con Dios. Él desea que el Dios a quien
sirve escuche su petición y que despierte Su poder a favor de su vida.
Resentido por las acusaciones de
Elifaz, Job alegaba que no era
merecedor de las aflicciones por las que estaba atravesando, estaba consciente
de que sus reclamos serian criticados por sus amigos, como actos de rebelión contra Dios; pero no podía
hacer menos que expresar su frustración por su propia injusticia y las
injusticias del mundo. Confesó que su condición era peor de lo que parecía y
más aguda que sus quejas, lo que más deseaba era ir y presentar su caso ante
Dios personalmente, pero enfrentaba dos problemas: no podía confesar un pecado
del cual no era culpable y tampoco sabía dónde hallar a Dios. ¡Qué bueno
hubiera sido si sus amigos hubieran sabido cómo llevarlo ante la presencia del Señor!
Aunque Job llegó a lo más profundo de los sufrimientos físicos y
emocionales jamás perdió la fe en su Dios,
nunca hubo en su corazón deseos de rebelarse contra la voluntad divina
ni de desechar a Dios de su vida. Todo lo que anhelaba era poder acercarse a
Dios para describirle su caso. Él estaba seguro de que Dios lo escucharía y se
compadecería de él. No fue sino hasta después cuando se dio cuenta de que nadie
puede presentarse delante de Dios para defenderse a sí mismo. Todos somos
culpables delante de Dios.
Muchísimas personas, como Job, exclaman: ¡Que diera por poder encontrar
a Dios! Otros expresan el deseo de su alma como lo hizo el salmista. Como
el ciervo brama por las corrientes de las aguas así clama por ti oh Dios, el
alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo. Job era más que un
creyente intelectual, era un hombre que buscaba diligentemente a Dios; quería
conocer más de Jehová Dios.
Es importante saber que aunque muchas veces los caminos de Dios
le sean ocultos para un hijo de Dios. Los caminos del hombre no le son ocultos
a Dios, y el reto que nos presenta Job es que aun en medio del sufrimiento hay
que mantener nuestra confianza en Dios.
Queremos
orar por ti
Templo
Cristiano Eben-ezer
Saludos
cordiales, bendiciones
Maná
para Eben-ezer
Búscanos
y síguenos en Facebook
No hay comentarios:
Publicar un comentario