Por eso ni siquiera me atreví a presentarme
ante ti.
Pero, con una sola palabra que digas,
quedará sano mi siervo.
Yo mismo obedezco órdenes superiores y,
además, tengo soldados bajo mi autoridad.
Le
digo a uno “Ve”, y va, y al otro: “Ven”, y viene.
Le
digo a mi siervo: “Haz esto”, y lo hace.
Lucas 7:7-8
A través de este pasaje podemos ver como cuando hay Fe las cosas
suceden y más cuando logramos entender que si Dios quiere lo que pedimos se
hará realidad.
Este hombre tenía la necesidad de que su siervo fuera sanado. Se
encontraba muy enfermo, y quizá ya había hecho todo lo humanamente posible por
él. Tal vez ya había sido atendido médicamente y aun así no había mejoría. Pero
el Centurión lo estimaba en gran manera,
y al saber que Jesús estaba cerca y al escuchar los prodigios que este
había hecho, pudo haber sentido en su corazón que lo que el necesitaba era un
milagro y que el único que podía hacer esto realidad era precisamente Jesús. El
centurión conocía su propia condición y no se sentía digno de que el Hijo de Dios entrara en su casa,
por lo que envió a unos mensajeros a decirle que no se molestara en ir hasta
donde estaba el enfermo que con solo que Él dijera la palabra su siervo sanaría,
ya que él también tenía autoridad y cuando él pedía algo esto se hacía, al
escuchar Jesús esto se asombró de la Fe de aquel hombre, por lo que el
resultado de esa FE fue que el siervo fue sano por el poder de Cristo.
Que nuestra Fe sea como la de este Centurión, para que cuando se
presente alguna situación similar podamos decir con Fe: “Señor di la palabra y
será hecho”
Queremos
orar por ti
Templo
Cristiano Eben-ezer
Saludos
cordiales, bendiciones
Maná
para Eben-ezer
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