Id pronto y decid a sus discípulos
que ha resucitado de los muertos…
Mateo 28:7
Mas el ángel, respondiendo, dijo a las
mujeres. No temáis vosotras, porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue
crucificado. No está aquí, pues ha resucitado como dijo. Venid, ved el lugar
donde fue puesto el Señor. Id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado
de los muertos, y he aquí va delante de vosotros a Galilea, allí le veréis. He
aquí, os lo he dicho. Mateo 28.5-7
En el relato del evangelio de San Mateo, de la tumba vacía hay
algo característico en el hecho que María Magdalena y la otra María fueran las
primeras en recibir la noticia del Señor resucitado y encontrarse con Él. Ellas
habían estado presentes en el Gólgota, habían estado cuando se le puso en la
tumba y ahora recibían la recompensa del amor. Ellas fueron las primeras que
experimentaron el gozo de la resurrección.
Al leer esta historia de las primeras dos personas del mundo que
se encontraron con el hecho de la tumba vacía y el Cristo resucitado, vemos
tres oportunidades en que pudieron servir al Señor:
1. Se les desafío a creer.
Aquello era tan alucinante que podría resultarles increíble. Demasiado bueno
para ser verdad. El ángel les recordó la promesa de Jesús y las colocó ante la
realidad indudable de la tumba vacía. Cada una de sus palabras era una llamada
a creer. Todavía sigue siendo un hecho que hay muchos que creen que las
promesas de Jesús son tan buenas para ser verdad.
2. Se les desafío a compartir. Una
vez que ellas habían descubierto por si mismas el hecho de Cristo resucitó, su
obligación suprema era proclamar y compartir con otros. Id a decirlo. es el primer mandamiento que
recibe todo aquel que ha descubierto lo
maravilloso de Jesucristo que ha vencido a la muerte.
3. Se les desafío a regocijarse. Las
personas que han tenido un encuentro con el Cristo resucitado reciben el
privilegio de vivir para siempre en el gozo de Su presencia de la que ya nada
la puede separar.
En los evangelios encontramos que Judas le traicionó, y Pedro le negó. los
demás discípulos al ver a Jesús que lo azotaban y se burlaba la multitud, huyeron
y se escondieron. No así las mujeres la mayoría de las veces se les ven
acompañando a Jesús, sirviéndole con sus bienes.
Queremos
orar por ti
Templo
Cristiano Eben-ezer
Saludos
cordiales, bendiciones
Maná
para Eben-ezer
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