Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre,
Y no desprecies la dirección de tu madre; Proverbios 1:8
¿Que no haría una Madre por sus hijos?, cuántas veces hemos escuchado esta frase y cuántas veces nos ponemos a reflexionar en la misma, desde quitarse el alimento de su boca con tal que su hijo tenga alimento, proteger a su hijo aunque sepa que ha cometido un delito, incluso si su hijo está en peligro ella sacaría fuerzas con tal de protegerlo de todo y contra todo. Si así es una Madre, la cual siempre va a estar ahí para nosotros, aunque nos portemos mal con ella o no la valoremos, sabemos que siempre habrá alguien en casa esperándonos con los brazos abiertos y siempre queriéndonos consentir.
Pero qué importante es que hoy Dios abra nuestros ojos y podamos valorar a ese hermoso ser, que agradezcamos a Dios día a día y no nos cansemos de agradecer por tenerla a nuestro lado, que pidamos a Dios por su vida y que la siga llenando de sabiduría para que la siga usando para sus propósitos.
A través de este versículo el Rey Salomón es claro, nos desprecies la dirección de tu madre, Dios llenó de sabiduría a Salomón y él era un hombre temeroso que conocía al Dios de su padre y sabía que en los mandamientos escrito estaba Honrarás a tu padre y a tu madre y aquí en el versículo hace énfasis en que no desprecies la dirección de tu madre, aquella que te dio la vida y que te conoce mejor que tú mismo, que cada consejo que te da tu mamá es con un propósito, siempre es buscando lo mejor para sus hijos, te dice a ti y a mí que cada palabra que te de tu madre atesórala en tu corazón y ponla en práctica, que cada reprimenda que tu Padre o tu Madre te den es buscando lo mejor para ti, y esto forjara en ti un carácter, pero que mejor que cada palabra sea basada en la palabra de Dios, que la guía que ellos te den sea en base a los mandamientos que Dios nos enseñó y que ellos quieren que los aprendas y los trasmitas para que agrades a Dios, para prepararte para que aquel día en que ellos partan, tu mirada esté en Dios sabiendo que ahora Él te guía y que tú quieres ahora lo mismo para tus hijos, ahí veras el poder de Dios y entenderás todo lo que tu Padre y tu Madre querían para ti.
Así que atesora esta palabra en tu corazón y aprende a escuchar aquello que tu Madre tiene que decirte.
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Templo Cristiano Eben-ezer
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