Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién
sirváis;
si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres,
cuando estuvieron al otro lado del río,
o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis;
pero yo y mi casa serviremos a Jehová.
Josué 24:15
En
el libro de Josué, capítulo 24 del libro de Josué quien fue el sucesor de
Moisés llega al final de sus días. El
hace un recuento de la trayectoria del pueblo de Israel desde el llamamiento de
Abraham hasta que Jehová cumplió Su promesa de darles la Tierra Prometida, Tierra
que fluye leche y miel.
Los
había sacado de Egipto de la esclavitud. Los había librado de Faraón al abrir
el Mar Rojo y pasar en seco a Su pueblo. Los había sustentado en el desierto,
librándolos de las tribus enemigas. Aun con todo el pueblo se daba a la
idolatría, y Josué les advierte a los Israelitas que si adoraban a otros dioses
y se alejaban de Jehová.
Si dejareis a Jehová y sirviereis a dioses ajenos, él se
volverá y os hará mal, y os consumirá, después que os ha hecho bien. Josué
24:20 Josué
lanza un desafío al pueblo a tomar la decisión de servirle o rechazarle pero
cuando se refiere a su casa el como jefe de familia ahí no daba a escoger, su
casa debería de servir a Jehová, guardarían su palabra como una prioridad.
Si
Dios había prometido una mejor tierra, si Dios había guardado su vida, si Dios
cumplió Su promesa, tenían bien fundamentado el servir de todo corazón a
Jehová.
Hoy
en nuestros días que nunca habíamos visto tanta maldad en derredor, la generación de nuestro hijos se irá degradando,
cada día más abundará el mal, y solo
teniendo bases sólidas, convicciones bien fundamentadas, nuestros hijos serán
preservados, de malas compañías, de malas influencias.
¿A
que Dios servimos, quienes somos y hacia dónde vamos? Porque hemos decidido
tomar el camino de verdad, nuestros hijos serán preservados del mal. Y no solo
eso sino que la siguiente generación desearan ser seguidor de nuestro Dios.
Esta promesa todavía tiene vigencia para los nuestros Ciertamente el bien y la
misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová
moraré por largos días. Salmo 23:6
Templo
Cristiano Eben-ezer
Saludos
cordiales, bendiciones
Maná
para Eben-ezer
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