Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón,
como para el Señor y no para los hombres;
sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la
herencia,
porque a Cristo el Señor servís.
Colosenses 3:23-24
Debemos
agradecer a Dios por el trabajo que tenemos, y debemos pedirle a Dios que nos
de la gracia, sabiduría, habilidad, destreza para desempeñar bien el trabajo
que se nos encomienda, sabiendo que todo lo debemos de hacer como para
Dios. Y todo lo que hagáis, hacedlo de
corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis
la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís. Colosenses
3:23-24
Cuando
oramos a Dios por nuestro trabajo, el trabajo no es pesado, ni tedioso, sino
todo lo contrario es agradable y confortable.
Sabemos
que en todos los trabajos existen personas que son conflictivas, y que siempre
están incomodando, de tal manera que pensamos que es mejor cambiar de área o de
trabajo. Pero cuando oramos a Dios todo eso cambia, suceden cosas
extraordinarias, como aumentos de salario, asenso de puestos, cambios a una
mejor área, armonía entre compañeros, etc. Dios siempre está al pendiente de
nuestras necesidades y aún más cuando cada mañana nos encomendamos a Él, y le
pedimos que nos ayude en nuestro trabajo. Mas buscad primeramente el reino de Dios y
su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Mateo 6:33
Queremos
orar por ti
Templo
Cristiano Eben-ezer
Saludos
cordiales, bendiciones
Maná
para Eben-ezer
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