Todos los creyentes se dedicaban a las enseñanzas de los
apóstoles, a la comunión fraternal, a participar juntos en las comidas (entre
ellas la Cena del Señor), y a la oración. [..] Y cada día el Señor agregaba a
esa comunidad cristiana los que iban siendo salvos.
Hechos 2:43-47
Uno
de los libros de la Biblia que me gusta es el libro de Los Hechos y no solo
porque en cada una de sus páginas habla del Espíritu Santo, si no también trata
acerca de la manera de trabajar y de estar en comunión entre los primeros
creyentes, la unidad; pero sobre todo perseveraban en la oración.
La
iglesia primitiva tenía una característica muy especial y esa era que se
buscaba con vehemencia la presencia de Dios y se oraba por el campo al que se
predicaría, el resultado, Dios añadía personas salvas a su camino. Había esa
pasión por las almas perdidas. Cuando el pueblo de Dios, Su Iglesia, se pone de
acuerdo y clama por una necesidad, Dios en Su infinita misericordia se mueve
con favor a nosotros. En lo personal he visto que Dios contesta la oración de Su
pueblo. Cada que vez que vamos a las dos diferentes células que tiene el Templo
EBEN-EZER, veo que la oración de cada domingo que hace la congregación y
nuestro Pastor no es en vano. El Espíritu Santo toca los corazones y convence a
cada persona sobre su antigua forma de vivir, limpia el corazón y cada vez se
añaden más hermanos a nuestra Iglesia.
Hemos
visto que la oración que hace la Iglesia es poderosa y que muchas veces las
cosas imposibles se han hecho realidad. Dios ha dado familia a quien no podía tener,
Dios ha sanado y operado milagros asombrosos y mis hermanos en la fe no me
dejaran mentir, Dios ha sorprendido a más de uno con peticiones que a la vista
del hombre son imposibles, pero al que cree todo le es posible.
Verdaderamente
se cumple lo que dice Su Palabra claman los justos y Jehová los oye. No
desmayemos, sigamos clamando a Dios que está contestando y contestará a Su
debido tiempo, siempre bajo Su hermosa voluntad.
Queremos
orar por ti
Templo
Cristiano Eben-ezer
Saludos
cordiales, bendiciones
Maná
para Eben-ezer
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