No faltó palabra de
todas las buenas promesas
que Jehová había
hecho a la casa de Israel;
todo se cumplió.
Josué 21:45
Prometer
algo no cuesta mucho, es muy común que de niños prometamos una y otra vez
portarnos bien, sin embargo, olvidamos la parte de cumplir la promesa; para que
la promesa sea confiable depende de quién la promete.
Dios
nos ha dejado ejemplos abundantes de promesas cumplidas que nos animan a
confiar en Él. Y a pesar del número de promesas cumplidas hay dos que me sacan
las lágrimas y concentran mi fe en Él.
1) Isaías 7:14 Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.
Dios Todopoderoso, dejo que Su hijo Santo y sin mancha, posara Sus pies en esta
tierra, y respirara el mismo aire que nosotros pequeñitos simples y pecadores;
¿no es de asombro? Él lo prometió a Su pueblo desde décadas antes como señal de
que Dios no los dejaría, de que los libertaría; así de increíble, de enorme y
sublime promesa, y lo cumplió. Es fecha que miles de años y aun celebramos Su nacimiento.
2) Isaías 53:6-7 Todos nosotros nos
descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó
en él el pecado de todos nosotros. Angustiado él y afligido, no abrió su boca;
como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus
trasquiladores, enmudeció y no abrió su boca.
Jesús
quien como promesa cumplida vino a esté mundo a redimirlo, lo hace dando Su
vida, muriendo en injusticia y dolor; lo hace así porque es Su voluntad, porque
así lo ha pactado con el Padre y para nosotros; prometió también décadas antes
que calladamente llevaría el precio de nuestros pecados; y compraría con Su
sangre nuestra redención.
Viene
el tiempo de regocijarnos en las promesas cumplidas de Dios, la navidad es la
fecha para recordar que Dios ha cumplido una de las más grandes promesas que ha
dado a la humanidad; ¿Cómo no cumplirá lo que te ha prometido si en lo más
grandioso ha sido fiel? No habrá mayores
promesas que estas dos hasta el final de los tiempos; reconozcamos que las
promesas de Dios son hechos, realidades que aún no vemos, pero que no hay duda
que vendrán.
Queremos
orar por ti
Templo
Cristiano Eben-ezer
Saludos
cordiales, bendiciones
Maná
para Eben-ezer
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