miércoles, marzo 16, 2016

LA RESURRECCIÓN DE CRISTO



Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó.
Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación,
vana es también vuestra fe. 1 Corintios 15:13-14

Hace tiempo leí un artículo que me hizo reflexionar sobre el tema de la resurrección de Jesucristo; éste decía que las “religiones” fundadas por hombres y profetas tenían algo en común, su fin había sido una tumba.  Sin embargo, para quienes hemos creído en Jesucristo, sabemos que Él superó a la muerte, que Él  no se quedó en la tumba, que Él resucitó al tercer día, que Él está sentado a la derecha del Padre  y  que Él ha prometido que un día nosotros también resucitaremos, así lo dice Su Palabra: y los muertos en Cristo  resucitarán primero. 1 Tesalonicenses 4:16b,  ¡que hermoso es saber que un día se cumplirá esta promesa, siempre y cuando “estemos en Cristo”!

El apóstol Pablo, se enfrentó ante la incredulidad de algunos en Corintio, quienes no creían acerca de la resurrección de Cristo, sin embargo les exhortó de la siguiente manera:

Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan. Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados.  1 Corintios 15:12-17

Entonces, como creyentes en Cristo, sabemos perfectamente cuál fue la causa de la muerte de Jesucristo, confiamos con plena esperanza y fe en que por medio de Su muerte hemos recibido el perdón de nuestros pecados, y que a través de su resurrección hemos sido declarados inocentes, Dios entregó a Jesús para que muriera por nuestros pecados, y lo resucitó para que fuéramos declarados inocentes. Romanos 4:25 (TLA)

Hoy te pregunto ¿estás seguro que un día resucitarás? Si tu respuesta es si, ¡gloria a Dios!, tú ya eres un hijo de Dios; si tu respuesta es no, hoy te invito a que reconozcas lo que Jesucristo hizo por ti en la cruz, que creas que Su sangre fue derramada para el perdón de tus pecados, le pidas misericordia y creas que Él verdaderamente no se quedó en esa cruz, que Él resucito y por esta razón tú has sido declarado libre y podrás gozar un día de la vida eterna.




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