Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida;
mi Espíritu derramaré sobre tu generación,
y mi bendición sobre tus renuevos
Isaías 44:3
Sé de una persona que fue notificada que había heredado una propiedad de alguien que no era en lo absoluto su pariente cercano; dicho heredero esperó ansiosamente por un par de años para recibir tal herencia, la cual durante todo ese tiempo estuvo planeando como la gastaría; llegado el momento de recibir su cheque, el dinero prácticamente fue malgastado y la realidad es que esa herencia ni fue disfrutada, y mucho menos administrada.
Y esta situación me hace pensar las “cuentas” que daremos a Dios con respecto a lo que Él nos ha heredado, Su Palabra dice: "He aquí, herencia de Jehová son los hijos.. Salmos 127:3 ylamentablemente algunos padres olvidan como administrar y disfrutar esta hermosa herencia que Jehová nos ha dado, ¿Por qué? Porque los afanes de esta vida tan acelerada nos limitan el tiempo para los hijos, incluso por allí se escucha mucho la justificación de “calidad en lugar de cantidad” sin embargo la realidad es que los hijos requieren una inversión considerable de tiempo para ser guiados e instruidos con gracia y sabiduría.
La Palabra de Dios dice en Deuteronomio 6:5-7 Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Tal vez haya padres para los que sea complicado dedicar mucho tiempo a los hijos, sin embargo hoy te invito a que consideres esta porción de la Palabra, que nuestros hijos vean un buen testimonio de nuestras vidas en Cristo, que instruyamos en todo tiempo conforme a la Palabra de Dios y entonces estaremos bendiciéndoles en Dios: Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos Isaías 44:3
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