Por esto orará a ti
todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado;
Ciertamente en la
inundación de muchas aguas no llegarán éstas a él.
Salmo 32:6
Una de las costumbres
que adoptamos como familia después de aceptar a
Cristo como nuestro
Salvador, fue orar antes de salir de casa, orar por los alimentos y
también antes de dormir. Quizá son oraciones pequeñas, pero la finalidad
es estar todo el día en comunión con Dios. Esta misma forma de vida la hemos
tratado de trasmitir a mis hijas, que no solamente reconozcan a Dios en sus
vidas sino que sean agradecidas. A través de la oración constante con Dios.
Hemos pasado
situaciones difíciles y solamente la presencia del Altísimo ha sido con nuestra
familia. En una ocasión tuvimos un fuerte accidente mis hijas y yo. La
camioneta en la que transitábamos fue declarada pérdida total. Gracias a Dios
no nos pasó nada porque la mano de Él nos guardó. En otra ocasión una de mis
hijas sufrió un asalto afuera de la escuela donde estudiaba, y ella pudo experimentar la protección de Dios
en ese momento.
Mis padres viven
cerca de un arroyo. El pasado verano
llovió más abundantemente de lo acostumbrado, provocando que dicho arroyo se
desbordara y todas las casas del sector se inundaran, pero la casa de mis
padres permaneció segura y seca por la gracia de nuestro Dios.
El salmista podía
expresar el favor y el cuidado de Dios para con los santos. La familia es la unidad mínima de sociedad y
Dios está dispuesto a manifestar Sus promesas a través de la oración. Invitemos
a la presencia de Dios a nuestra familia.
Queremos orar por
ti
Templo Cristiano
Eben-ezer
Saludos cordiales,
bendiciones
Maná para
Eben-ezer
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