EL DESEO DE DIOS PARA TU FUTURO
Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia. Génesis 15:5
Cuando Dios llama a Abraham a salir de su tierra y de su parentela le dio promesas que eran como una garantía de las planes que Dios tenia no solo para con el sino también para su descendencia, no solo para sus días, sino también para un futuro distante. Lo mismo pasa con el creyente en nuestros días. Dios nos ha sacado del mundo y El deseo de Dios para nuestro futuro es bendecirnos en esta tierra, que caminemos con El, y finalmente que estemos con El por toda la eternidad. ¡Y esto es hermoso! quien no se goza de saber que El Señor tiene estos planes para nuestras vidas (Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo San Juan17:24).
El conflicto comienza cuando, por causa de los que no vemos comenzamos a dudar y como que nos desalentamos; perdemos el interés y la alegría que nos dio el haber escuchado los planes de los que El Señor nos habló, porque de momento es más fuerte el anhelo de nuestro corazón, y las necesidades que están delante de nosotros. En esto podríamos identificarnos con Abraham cuando le dice a Dios: ¿Cómo es que me vas a bendecir si no tengo un hijo, (no me has dado familia)? Cuando pasamos por esto Dios tiene que tratar con nosotros, tiene que sacarnos fuera y mostrarnos con lo que podemos ver, lo que no vemos. A Abraham lo saco (ven Abraham, te voy a mostrar tu descendencia). Amados hermanos, es necesario que si estas desalentado, alces tu mirada al cielo, que veas la grandeza de Dios, que es fiel y que no es hombre para que mienta, no hijo de hombre para que se arrepienta, si nos ha dado a su Hijo no nos dará junto con El todas las cosas que El prometió, alza tu mirada al cielo porque de allá viene toda buena dadiva y todo don perfecto, lo que pasamos en esta tierra es temporal y también está en los planes de Dios, pero no se trata de que le reclames, sino que hables con El, que le abras tu corazón, para que te muestre sus planes para tu vida.
Dios sabe del deseo de tu corazón, de la tristeza que te produce, se ha ocupado de ello, también es el deseo de Dios para tu futuro. No desistas, no te entregues a la desesperación porque para El no hay nada imposible.
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