Mujer virtuosa, ¿quién la
hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras
preciosas Proverbios 31:10
Yo no sé por qué pero, todo el mundo tiene la idea y sabe que la mujer,
y sobre todo las mamás, pueden hacer mil y un cosas por quienes aman; no digo
que los hombres y padres no lo hagan, pero aún en la Biblia hay más registros
de cómo debe ser una mujer y lo que hace una buena mujer y una madre, que lo que
hace un hombre o un padre.
Dios puso una capacidad y una
habilidad muy especial en las mujeres que, cuando leo el capítulo 31 del libro
de Proverbios, pienso que la descripción de aquella mujer es sencillamente el
de una Heroína. Tenemos un buen ejemplo a seguir si queremos llegar a ser esas
mujeres virtuosas o llegar a perfeccionarnos en aquellas áreas en las que somos
débiles. La mujer de Proverbios 31 no se limita a sólo un enfoque de su vida,
no se enfrasca en pensar sólo en el bienestar de sus hijos y deja de lado al
esposo, sino también se preocupa por el de su marido y lo atiende (A veces pasa
lo contrario, se olvidan de los hijos y se atiende sólo al cónyuge). Ella
no pone su mirada sólo en sus aspiraciones personales y en su trabajo, sino que
tiene un balance perfecto y equilibrado entre sus hijos, su esposo, su trabajo
y aún con la sociedad.
¡La mujer de proverbios hace MIL
COSAS! ¡Y parece que todas las hace perfectas! Al leerla podremos hasta
sentirnos indignas o incapaces de muchas cosas, ¿cómo es que puede hacer todo
eso? Creo que la respuesta se encuentra en el versículo 30 que dice: "La
mujer que teme a Jehová, ésa será la alabada"
Creo que cuando hay temor de Dios en nuestra vida, y hay un anhelo sincero de agradarle y ser mejor, no importan nuestras debilidades o fallas; como hay un temor de Dios y un anhelo de servirle en todo cuanto podamos, siempre podremos llegar ante los Pies de Dios y decirle: "Aquí estoy, cámbiame, ayúdame, quiero ser mejor, quiero agradarte, te entrego esta área de mi vida, esta debilidad, esta área a perfeccionar porque quiero ser mejor"
Creo que cuando hay temor de Dios en nuestra vida, y hay un anhelo sincero de agradarle y ser mejor, no importan nuestras debilidades o fallas; como hay un temor de Dios y un anhelo de servirle en todo cuanto podamos, siempre podremos llegar ante los Pies de Dios y decirle: "Aquí estoy, cámbiame, ayúdame, quiero ser mejor, quiero agradarte, te entrego esta área de mi vida, esta debilidad, esta área a perfeccionar porque quiero ser mejor"
Una mujer de Dios procurará servirle a Él en todas las áreas de su vida y estar bien equilibrada en cada una de ellas, al menos esa es la meta a alcanzar por cada una de nosotras. Tenemos una tarea a seguir y esa es llegar a ser esa mujer que describe Proverbios.
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