Dijo él entonces a Giezi: Dile: He aquí tú has estado solícita por nosotros con todo este esmero; ¿qué quieres que haga por ti? ¿Necesitas que hable por ti al rey, o al general del ejército? Y ella respondió: Yo habito en medio de mi pueblo. 2 Reyes 4:13
Si en este momento se nos preguntase que si creemos en Dios, la mayoría de nosotras diríamos que sí; pero son los momentos de necesidad los que hacen ver si creemos en Dios o si le creemos a Dios.
La biblia nos relata la historia de una mujer en la que podemos ver que cree en Dios. Lo que hace por el profeta (Yo te ruego que hagamos un pequeño aposento de paredes, y pongamos allí cama, mesa, silla y candelero, para que cuando él viniere a nosotros, se quede en él.) Nos dice que cree en Dios; pero cuando el profeta le pregunta que si hay algo que pueda hacer por ella, no menciona nada acerca de su necesidad, de su anhelo, no pide nada. Es Giezi el que le dice a Eliseo cuál es su necesidad. Y Giezi respondió: He aquí que ella no tiene hijo, y su marido es viejo.
Cuando nosotras no nos atrevemos a pedirle a Dios, o pedir la oración a la Iglesia por nuestra necesidad es porque dudamos, el que duda no significa que no cree en Dios sino que no da crédito o que desconfía de lo que Dios puede hacer, la duda nos hace ver como esta mujer que necesita que alguien más se atreva a pedir por ella.
Si estás pasando por alguna necesidad en tu hogar; créele a Dios, cree en sus promesas, para El no hay nada imposible, la biblia dice en Santiago 1:17 Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. Solo recuerda lo que dice Santiago 1:6,7 Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.
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