… Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra,
porque escondiste
estas cosas de los sabios y entendidos,
y las has revelado a
los niños.
Sí, Padre, porque así
te agradó Lucas 10:21
Conozco
a un pequeño de cinco años que un día bañándose descubrió que tenía una bolita
en la entrepierna, él comentó esto con su mamá pero la situación económica en
ese momento no permitía que pudieran ir al médico; él y su mami apenas comenzaban
a conocer del Señor y congregarse en la Iglesia; así que cuando hubo
oportunidad comentaron esto con el Pastor y oraron para que Dios trajera
sanidad, pasados unos días el niño se percató de que esa bolita, ya no estaba y
con gran emoción lo compartió con su mamá y dieron gracias a Dios por el
milagro obrado.
Un
par de semanas después este pequeño ya no quiso ir a la Iglesia, argumentando
una serie de excusas para no asistir; al percatarme de esta situación le
pregunté si conocía la historia de los diez leprosos (ver Lucas 17:11-19), a lo
que respondió que no, y entonces pude compartir con él de la Palabra de Dios
sobre el milagro de sanidad que Jesús hizo con estos 10 hombres y que sólo uno
había regresado agradecido; finalmente mi cuestionamiento a este niño fue ¿a
cuál crees que te pareces?, Su respuesta, sin dudarlo fue que antes de que yo
le contara esta historia él era como los nueve no agradecidos, pero que él
quería ser como el hombre agradecido, y entonces le invité a que no dejara de
congregarse en la casa de Dios y además agradecerle cada día las bendiciones
que Él nos da.
Debemos
aprovechar cada una de las oportunidades
que se nos presenten para compartir de la Palabra de Dios con los niños, no meramente
como tal cual una lección o lectura bíblica con una enseñanza, sino más bien
que a través de sus propias vivencias personales ellos puedan experimentar que
la Palabra de Dios es aplicable en cada momento de sus vidas.
Gracias
a Dios porque hoy, aun en este mundo inmerso en tantas distracciones todavía hay corazones de niños dispuestos a
escucharle: … Yo te alabo, oh Padre, Señor
del cielo y de la tierra, porque
escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó Lucas 10:21
Queremos orar por ti!
Envía tu petición a: ebenezertemplocristiano2009@gmail.com
Templo Cristiano Eben-ezer
Saludos cordiales, bendiciones
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