A veces nos resulta difícil
ofrecer (dar) algo a Dios; porque nos sentimos los dueños de todo lo que
poseemos, o porque creemos que Él es el que tiene que darnos a nosotros todo lo
que necesitamos, o porque estimamos en poco lo que podemos ofrecer, siendo Él
quien es: Dios.
Pero si Dios pide de
nosotros no es porque Él necesite, pues la Biblia dice: de Jehová es la tierra
y su plenitud el mundo y los que en el habitan (Salmo 24:1), Si yo tuviese
hambre, no te lo diría a ti; Porque mío es el mundo y su plenitud (Salmo 50:12)
Lo que Dios pide al hombre
es que le honre (de gloria); y la obediencia a su palabra es parte de nuestra
Adoración, es la manera de decir gracias, de creer en Él y también de esperar
de Él.
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezer
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