Hace unos días platicando con un pequeño, me compartía sobre su “proyecto de ciencias” que obviamente me hizo recordar mi niñez y quizás también a ustedes, es el grano de frijol colocado en algodón para que germine, y por supuesto que “el truco” además de mantener el algodón humectado, es necesario esperar pacientemente para ver el fruto. Así que día tras día este pequeño estaba a la expectativa de ver crecer su planta pero sobretodo ver con sus propios ojos el fruto de lo que había plantado, obviamente en este caso el fruto será un frijol, pues así es: lo que se siembra se cosecha.
Y definitivamente que esperar no es fácil sobre todo cuando se trata de ver y recibir los resultados de algo en específico, y esto me hace pensar en que prácticamente estamos a punto de concluir un año más; un tiempo en el que muy seguramente hemos sembrado en todos los aspectos de nuestras vidas, y quizás ya hayamos recibido la bendición de ver la cosecha o muy pronto podamos ver el resultado, sin embargo hablando específicamente de nuestro trabajo para el Señor, la Palabra de Dios dice: "No nos cansemos pues de hacer el bien, porque a su tiempo segaremos si no desmayamos”, Gálatas 6:9; quizás hayas tenido un año de intenso trabajo, quizás no lo haya sido tanto, pero independientemente de lo mucho o poco que hayas hecho, créeme que llegará el tiempo de cosechar y recibir la bendición de ver que “vuestro trabajo en el Señor no es en vano” 1Co 15:58b.
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
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