Jehová os dice así:
No temáis ni os amedrentéis delante de
esta multitud tan grande;
porque no es vuestra la guerra, sino de
Dios.
No habrá para qué peleéis vosotros en
este caso:
paraos, estad quedos, y ved la salvación
de Jehová con vosotros.
Oh Judá y Jerusalén, no temáis ni
desmayéis;
salid mañana contra ellos, que Jehová
estará con vosotros.
2
Crónicas 20:15, 17
En el tiempo del pueblo de Israel, los
Moabitas y Amonitas, vinieron contra Josafat a la guerra. Y acudieron algunos y
dieron aviso a Josafat, diciendo: Contra ti viene una gran multitud; Entonces
él tuvo temor; y Josafat humilló su rostro para consultar a Jehová, e hizo
pregonar ayuno a todo Judá. Y se reunieron los de Judá para pedir socorro a
Jehová; y todas las ciudades de Judá. Entonces Josafat se puso en pie en la
asamblea, en la casa de Jehová; y oró a Jehová. Y todo Judá estaba en pie
delante de Jehová, con sus niños y sus mujeres, y sus hijos. Y Dios escuchó la oración y dice la
biblia que el reino de Josafat tuvo paz;
porque su Dios le dio paz de todas partes (2 Crónicas 20:1-30).
Hermanos,
vemos una gran multitud que trae caos a nuestra ciudad, trayendo inseguridad a
los habitantes, trayendo enfermedades y plagas, engañando a la gente que no hay
Dios, trayendo pecado a la gente que haga que la maldad se multiplique en la
sociedad, que a lo malo le digan bueno y a lo bueno malo. Hermanos sabemos que
nuestra lucha no es contra sangre ni carne, sino contra potestades malignas que
andan en los aires, el enemigo anda como león rugiente buscando a quién
devorar. Pero el Señor te dice: No
temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande; porque no es
vuestra la guerra, sino de Dios. No habrá para qué peleéis vosotros en este
caso: paraos, estad quietos, y ved la salvación de Jehová con vosotros. Oh Judá
y Jerusalén, no temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos, que Jehová
estará con vosotros (2 Crónicas 20:15, 17). Por eso es urgente que todos
nos volvamos a Jehová como lo hizo Josafat, humillarnos delante de Dios y
pregonar ayuno y oración delante de Jehová, con nuestros niños y cónyuges e
hijos. Oremos, que Jehová estará con nosotros, por la ciudad en que vivimos,
que Dios envíe paz y sanidad a la sociedad. Oremos para que Dios guarde
nuestras familias en las casas, en las escuelas, en los trabajos, en las calles
donde ellos caminan y/o se transportan; que Dios bendiga los gobiernos, que les
de la sabiduría suficiente y con honestidad dirijan a cada entidad, que proteja
a las autoridades que llevan a cabo la guarda de las calles, de las colonias y
de los barrios. Oremos que Dios proteja a los ciudadanos de los pueblos, que
llegue la palabra de Dios a sus corazones, aún a aquellos que no tienen temor
de Dios. Clamemos a Dios como lo hizo Josafat, “porque en nosotros no hay fuerza contra todo esto que viene contra
nosotros: no sabemos qué hacer, y a ti volvemos nuestros ojos.” (2 Crónicas
20:12).
Oremos en nuestras iglesias, en nuestros hogares,
como dice el salmista:
Bienaventurado el pueblo que sabe
aclamarte; Andará, oh Jehová, a la luz de tu rostro. En tu nombre se alegrará
todo el día, Y en tu justicia será enaltecido. Porque tú eres la gloria de su
potencia, Y por tu buena voluntad acrecentarás nuestro poder. Porque Jehová es
nuestro escudo, Y nuestro rey es el Santo de Israel (Salmos 89:15).
Saludos
cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezer
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