La Iglesia de hoy necesita mucho de la oración. Ya no es aquella que abundaba en milagros y sanidades como lo hacía en los tiempos antiguos. Algo ha pasado. No hemos procurado los dones mejores y hemos ignorado acerca de estos dones espirituales (1 Corintios 12:1,31).
Como Iglesia nos hemos encerrado en las cuatro paredes de un Templo hecho de manos, cuando sabemos que también el Espíritu de Dios mora dentro de nosotros y nosotros somos Su templo (1 Corintios 3:16). Esto significa que nuestro trabajo y nuestra labor por el reino está en cualquier lugar donde nosotros estemos, con cualquier persona que nos rodee; en nuestro trabajo, colonia, vecinos, amigos, reuniones, etc.
Jesús dijo que si creíamos en Él y las obras que Él hizo, NOSOTROS las haríamos también y aún mayores (Juan 14:12.) También dijo que a los que creían en Él, harían señales que confirmarían su Fe en Jesús. (Marcos 16:17)
Hoy existen esos dones espirituales y esas obras que Él hizo están activas y desarrolladas y ejecutadas; si no no fuera así no tendría validez el evangelio de Cristo, pero no están despiertos esos dones en todo el cuerpo de Cristo. No en todas las iglesias. No en todos los creyentes, y esto es motivo de oración para crear ese fundamento bíblico y dar testimonio de poder de Dios, no solamente de palabras.
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezerebenezertemplocristiano2009@gmail.com
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