lunes, abril 22, 2013

DIOS BENDICIENDO A LOS HIJOS


Una bendición: es la experiencia de un deseo benigno  dirigido hacia una persona o grupo.
 Dios habló a Moisés diciendo que de qué manera se debía bendecir a los hijos, y nos da el ejemplo a seguir para que nosotros también bendigamos a nuestros hijos. Jehová hablo a Moisés, diciendo: Así bendeciréis a los hijos de Israel, diciéndoles: Jehová te bendiga y te guarde, Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, tenga de ti misericordia, Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz. (Números 6:22-26)

Nosotros como hijos, recibimos muchas bendiciones departe de Dios. Dios nos ha dado la bendición de ser hechos Sus hijos. “Mas a todos los que le recibieren, a los que creen en su nombre,  les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12) Dios nos ha bendecido con: unos padres, unos hermanos, un trabajo, una casa un carro, por la vida, por el aire que respiramos, etc.

Muchas bendiciones de Dios no las entendemos, porque nos parecen lo contrario, pero al igual que el anciano labrador que tenía un viejo caballo para cultivar sus campos. Un día, el caballo escapó a las montañas. Cuando los vecinos del anciano labrador se acercaban para condolerse con él, y lamentar su desgracia, el labrador les replicó: «¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién sabe? Una semana después, el caballo volvió de las montañas trayendo consigo una manada de caballos. Entonces los vecinos felicitaron al labrador por su buena suerte. Este les respondió: « ¿Buena suerte? ¿Mala suerte? ¿Quién sabe?». Cuando el hijo del labrador intentó domar uno de aquellos caballos salvajes, cayó y se rompió una pierna. Todo el mundo consideró esto como una desgracia. No así el labrador, quien se limitó a decir: “¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién sabe?». Una semana más tarde, el ejército entró en el poblado y fueron reclutados todos los jóvenes que se encontraban en buenas condiciones. Cuando vieron al hijo del labrador con la pierna rota le dejaron tranquilo. ¿Había sido buena suerte? ¿Mala suerte? ¿Quién sabe?

Todo lo que a primera vista parece un contratiempo puede ser un disfraz del bien. Y lo que parece bueno a primera vista puede ser realmente dañoso. Así, pues, será postura sabia que dejemos a Dios decidir lo que es buena suerte y mala, y le agradezcamos que todas las cosas se conviertan en bien para los que le aman.



Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezer

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