La
humildad de Jesús nos muestra el servir a los demás con amor. Lo podemos ver
ilustrado cuando Jesús lavó los pies de
los discípulos, y los enjuago con la toalla con que estaba ceñido (Juan 13:4-5);a
Jesús no le importó ser el Señor o ser el Maestro, sino que demostró ese amor a
sus discípulos con toda humildad aun siendo el Hijo de Dios. Podemos aprender
que aunque seamos alguien importante o seamos de un nivel superior, ya sea laboral
o económico,en el amor de Dios serviremos a los demás con sencillez no mirando
nuestro propio bien sino el de los demás;si acaso es difícil actuar con
humildad, es necesario que quitemosla soberbia y la altivez de nosotros y mostrar
la sencillez de corazón y amar a aquellos que pudiéramos tener en poco, ya
que no porque ejerzamos una autoridad,al ser padres de familia o porque
tenemos gente subordinada a nuestro cargo o porque tenemos un buen puesto en
nuestro trabajo o porque tenemos un puesto importante en nuestra iglesia vamos
a menospreciar a las personas, tu y yo debemos actuar como Jesús, con humildad para
con los que dependen de nosotros, tratémoslos con amor y con respeto como si fuéramos
nosotros mismos, por eso Jesús dijo: De
cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es
mayor que el que le envió. Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las
hiciereis (Juan 13:16-17).
La
humildad de Jesús también se muestra en amar a los demás. Imitemos día a día el
amor de Dios con la gente que nos rodea, con nuestra familia, con las personas
a las que hemos ofendido o aquellas que no nos aceptan. Pero para amar tenemos
que empezar a perdonar quitando de nuestra vida el orgullo y desechar esas
frases: yo porque me rebajo a pedir perdón, yo porque le voy hacer bien a esta
persona si me hizo mal oporque voy ayudar a esa persona si se portó mal
conmigo, etc. Es necesario que Jesús haga un cambio en nosotros porque a veces
es tanto ese orgullo que nos duele en el alma abrir nuestros labios para pedir
perdón a las personas y no damos lugar al Señor en nuestro corazón. Por eso nos
dice la biblia:Y cuando estéis orando,
perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está
en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas (Marcos 11:25).
Les comparto la palabra del Apóstol Pablo que
confirma la humildad de Jesús, la cual debemos imitar, nos lo dice en el libro
a los Filipenses 2: 1 al 7 Por
tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna
comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia, completad
mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una
misma cosa. Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con
humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando
cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. Haya,
pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo
en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino
que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los
hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose
obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezerebenezertemplocristiano2009@gmail.com
http://mana-ebenezer.blogspot.com/
Búscanos y síguenos en Facebook
http://www.facebook.com/mana.ebenezer
Búscanos y síguenos en Facebook
http://www.facebook.com/mana.ebenezer
0 comentarios:
Publicar un comentario