Sé que muchos de nosotros en estas fechas sólo tenemos la
cabeza ocupada en ¿Qué nos falta para la cena navideña?, ¿qué regalo me tocará
en el intercambio que participo?, ¿a mis hijos les gustarán los regalos que les
traerá “papá Noel?... en fin… nuestra cabeza está ocupada en tanta
mercadotecnia que estamos viviendo, la navidad ha perdido el sentido que tiene.
Ahora solo se hacen fiestas, reuniones, regalos, comidas, diversión… pero
¿Dónde queda el nacimiento de Jesús? ¿Nos hemos preocupado en verdad todo el
año para que Jesús tenga una morada decente y digna que se merece?
Tengamos cuidado no sólo de no invitar a Jesús a nacer en
nuestro corazón que es sumamente importante, sino de no conservar una morada
para el todos los días del año. Él no te está obligando a que le dejes nacer en
tu corazón, Él solo te llama y si estás
dispuesto a dejarlo entrar Él habitará sin problema en ti. Ofrécele un corazón
dispuesto y Él se deleitará en ti.
Jesús no está buscando regalos en esta temporada aún y que
celebramos su nacimiento, lo que Él busca de ti es una morada para poder
bendecir y cambiar tu vida.
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
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