Los recabitas no eran pueblo de Dios pero tenían una
enseñanza de sus padres muy firme en sus corazones que nadie pudo quebrantarla.
Dios quiso darle una lección a su pueblo Israel y le pidió al profeta que los
obligara a beber vino pero sus principios familiares fueron más fuertes que la
petición del profeta. Ellos decían: no lo haremos porque nuestros padres así
nos enseñaron. Demostrando un respeto absoluto
a los principios de su casa paterna pero también demuestra que un hogar
no meramente tiene que ser creyente para enseñar los valores y el respeto, la
moral y los principios de un buen hogar. Pero también para los hogares
cristianos es un reto porque nosotros no solo tenemos que enseñarles valores y
principios sino que también de doctrina.
Y la mayor satisfacción no es el llenarnos la boca como
padres diciendo maravillas de nuestros hijos sino el hecho de que ellos mismos
respeten y obedezcan las enseñanzas del hogar aunque ya no estemos presentes en
esta tierra.
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
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Los Recabitas son un ejemplo de la fidelidad que tienen hacia sus padre Recab así como ellos muestran tan inmensa lealtad y fidelidad nosotros tenemos que ser íntegros con Dios en todo momento como también lo es Job que a pesar de todas las luchas que tuvo no se dejo vencer...
ResponderEliminarsaludos cordiales reciban bendiciones.