Samuel fue uno de
los más grandes jueces que sirvieron en Israel después de la cautividad en
Egipto hasta cerca del año 1000 antes de
Cristo. También fue él quien ungió a Saúl y a David como los primeros reyes de
Israel. Pero detrás de este gran siervo de Dios estaba Ana; su madre, “Ana”
significa “gracia” la cual es una palabra maravillosa que muestra la voluntad
de Dios. Implica su carácter, verdad y justicia.
Ana debió ser la
mayor influencia humana en la vida de su hijo. Era una mujer de oración, y
llena de grandes virtudes. Toda madre
necesita tener un carácter fuerte que
muestre plenamente la voluntad de Dios en su vida, y Ana vivía de esa manera.
Dedico su vida y la de su hijo al Señor, fue una consagración total. Fue un
ejemplo para su hijo y lo cuido hasta que este fuera más grande y así lo entrego al servicio de Dios.
La vida de Ana es
un desafió para todas las mujeres y un ejemplo que deben seguir para ser
aceptas ante los ojos de Dios.
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezer
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