Nuestros corazones deben ser afirmados todos los días. No basta con haber creído alguna vez o haber escuchado de la salvación de nuestro Señor Jesucristo, sino crecer en ese conocimiento más vasto que el mar y manifestar ese conocimiento en nuestras vidas. Es confirmar, evidenciar, ratificar, garantizar, atestiguar, sostener y mantener todo lo aprendido y practicarlo hasta ese día de nuestro Señor Jesucristo, cuando venga.
No debemos dar por hecho que seremos salvos en aquel gran día si no nos preocupamos por afirmarnos en la Palabra de Dios. Nuestros corazones son perversos y engañosos (Jeremías 17:9), estamos expuestos a flaquear y a desviarnos; por eso es un trabajo de todos los días, es un esfuerzo diario y un prepararse e instruirse para ejecutar y hacer todo aquello que hemos recibido de Dios y que recibiremos mientras más le sigamos buscando.
¿Tu corazón está firme hoy?
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezerebenezertemplocristiano2009@gmail.com
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