LA IGLESIA QUE SE PREPARA PARA LA VENIDA DE JESÚS

1 de Tesalonicenses 3:12, 13 Y el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros 

y para con todos, como también lo hacemos nosotros para con vosotros, para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, 

en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos.

Algo importante que la palabra de Dios nos insta es amar, por lo cual no debemos de olvidar uno de sus mandamientos, ama a tu prójimo como a ti mismo. Entonces el deseo y el consejo del apóstol Pablo es que el Señor nos haga abundar y crecer en amor unos para con otros y para con todos, para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos.

 Una iglesia que está preparada, es aquella que refleja el amor de Dios hacia los mismos de la fe y lo pone en práctica; la palabra de Dios nos enseña que debemos practicar la hospitalidad, es decir, en el amor de Dios, si un hermano está en necesidad o enfermo hay que darle la mano y apoyarlo, orar por él o ella; si hay hermanos nuevos encaminarlos a dar sus primeros pasos en Dios, es ofrecerles nuestra amistad, como nos dice Su palabra: Y aprendan también los nuestros a ocuparse en buenas obras para los casos de necesidad, para que no sean sin fruto (Tito 3:14). Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe (Gálatas 6:10).

Una iglesia que está preparada, es aquella que refleja el amor de Dios para con todos, es decir, hacer el bien a personas externas a la iglesia, como son tus familiares que no conocen a Jesús, a tus vecinos, a tus compañeros de trabajo; dar un buen testimonio ante ellos, no darles la espalda cuando nos pidan ayuda y consejo, muchos de ellos son agradecidos cuando oramos por ellos, en sus necesidades, en su enfermedades o en el algún problema, Dios tocará sus corazones a su tiempo. Es hermoso cuando agradas a Dios, como lo dice el apóstol Juan: Amado, fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los hermanos, especialmente a los desconocidos, los cuales han dado ante la iglesia testimonio de tu amor; y harás bien en encaminarlos como es digno de su servicio a Dios, para que continúen su viaje (1 Juan 1:5-6).

Iglesia, preparémonos Cristo viene: Permanezca el amor fraternal. (Hebreos 13:1). Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo (Gálatas 6:2). No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos (Gálatas 6:9). 

Saludos cordiales, bendiciones

Maná para Eben-ezer

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