EL ÁNIMO DE DIOS PARA EL DESALIENTO

Como Hijos de Dios, tenemos una ventaja y una esperanza que nadie más tiene; a veces puede ser un tanto difícil querer comprenderla del todo, pero cuando nos detenemos, meditamos y reflexionamos en Su Palabra logramos descansar y confiar en aquella seguridad, promesa, aliento y confianza que Dios nos da.

Todas las cosas ayudan a bien a los que amamos a Dios (Rom. 8:28-30)

Dios hizo todo hermoso en su tiempo, eso incluye el dolor (Ecl. 3:11) Porque aunque no nos guste pasar por esos momentos dolorosos y tristes, son aquellos momentos los que han forjado nuestra alma y nos han hecho más bellos y más parecidos a nuestro Señor. Hay un pensamiento que dice: "Casi todas las joyas de Dios son lágrimas cristalizadas"

Sus pensamientos y Sus caminos no son como los nuestros (Is.55:8) Entonces, podemos esperar con confianza que las cosas no acabarán ni sucederán como nosotros los humanos las pensamos. Si nuestra vida está en las manos de Dios y estamos en Él, no debemos de pensar que nuestra prueba o necesidad jamás terminará o terminará en todo un desastre, pues no he visto un justo desamparado ni su descendencia que mendigue pan (salmos 37:25) 

Esa es la confianza y el aliento que debemos encontrar en nuestro Padre por excelencia. Que ÉL siempre tiene las cosas bajo control y MEJOR que NADIE. Que no debemos afligirnos en pensar lo peor que nos puede pasar, pues quien tiene la última palabra es Dios y ÉL hace todo perfecto, con visión y con propósito. El aliento que Dios nos quiere dar hoy es este: "Confía en Mí, las cosas no son como parecen ni terminarán como piensas, pues mi Hijo eres tú" Amén. 

Saludos cordiales, bendiciones

Maná para Eben-ezer

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