Durante años a la mujer se la ha caracterizado por ser una columna fuerte de oración en el hogar y en la iglesia. Recuerdo años atrás que las hermanas se reunían para ir a la oración todos los días por las mañanas a orar y a clamar a Dios por todas las necesidades de la iglesia, eran hermosos aquellos tiempos, las veías llenas del poder de Dios, ellas tomaban la carga de la iglesia y de la obra de Dios y la llevaban en oración; hoy en día vemos lo contrario, ya no se tienen el hábito de ir a la iglesia a la oración matutina y pocas hermanas van a los servicios de oración. ¿Qué pasa en la actualidad?, algunas mujeres se expresan: “es que no hay tiempo, la vida que llevamos tiene un ritmo acelerado y la necesidad nos lleva a ocuparnos más en conseguir el sustento diario que la búsqueda de Dios”. Hermanas es tiempo de orar.
El evangelio según San Lucas nos habla de una mujer llamada Ana, que la mayor parte de su vida la dedicó en el templo, ella era profetisa y aún siendo de edad avanzada ayunaba y oraba noche y día. Nos dice la biblia que cuando Jesús fue presentado en el templo, Ana llegó a esa misma hora y daba gracias a Dios, y hablaba de Jesús a todos los que esperaban la redención en Jerusalén; era una mujer que predicaba a la gente, que Jesús era el Mesías prometido. Qué ejemplo más hermoso vemos en la vida de esta mujer, era una columna en la iglesia que oraba incansablemente, era una mujer consagrada y profetizaba. La biblia no nos menciona más de la historia de Ana, pero dejó un testimonio muy claro, ella fue una mujer de Dios que servía de noche y día, con ayunos y oraciones; Ana tomó suya la palabra de Dios escrita en el libro de los salmos: Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo (Salmos 27:4).
Mujer, el buscar a Dios también es: orar por tu familia, es servir al Señor con pasión y dedicación, es participar en las actividades de tu iglesia, es ayudar a tu prójimo en el amor de Dios, es hablar de Jesús a tus amigas y familiares; sigue el ejemplo de la vida de Ana. Hoy es el tiempo de buscar a Dios, es tiempo de despertar, es tiempo de actuar, es tiempo de cosechar, como dice la biblia: Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos (Romanos 13:11). Adora al Señor con el corazón, sé una mujer de ayuno y oración, sé una columna fuerte en tu hogar y en la iglesia, conságrate y llénate del Espíritu Santo de Dios. Mujer, Buscad a Jehová y su poder; Buscad su rostro continuamente. Haced memoria de las maravillas que ha hecho, de sus prodigios, y de los juicios de su boca, oh vosotros, hijos de Israel su siervo, Hijos de Jacob, sus escogidos (Salmos 16:11 al 13).
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezer
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