Paz es el pensamiento de Dios, es el plan de Él para nuestra vida. No importa por lo que estemos pasando en estos momentos, el plan de Dios es el mismo hoy y siempre, es de bien. Quizá nos encontremos en pruebas difíciles donde nos parece imposible ver la paz de Dios; pero es justo ahí, donde se vuelve más palpable; la prueba generalmente es un tiempo de clamor, si no lo es para ti, debería serlo. En todo momento debemos orar a Dios, más aun cuando estamos en apuros. Dios dice, vendréis y orareis a mí y yo os oiré, atentos oídos tengo para el que está en prueba; mi paz os doy, no como el mundo la da (Juan 14:27) paz en medio de la tormenta; para daros el fin que esperáis, fin de paz y de bien.
Dios permite que situaciones difíciles y pruebas nos asedien para nuestro crecimiento, para un acercamiento con El; esto no debe ser motivo nunca del fin de nuestra paz; sino al contrario (Isaías 57:2) Entrará en la paz; descansarán en sus lechos todos los que andan delante de Dios. Recordemos que los planes en mi vida son de Dios, entonces también las peleas son de Él, no hay lugar para la angustia, pero si en mi humanidad sufro dolor e inquietudes, la solución está en la oración. La oración transforma las promesas de Dios en obras, la oración consiste en tomarle la palabra a Dios. Oremos y esperemos la paz y el bien.
(Isaías 57:19) produciré fruto de labios: Paz, paz al que está lejos y al cercano, dijo Jehová; y lo sanaré. Puesto que todo es idea de Dios, solo falta confiar en El, esperar en paz el fin de bien. Para esto y todo lo demás, esta la oración.
Deja de preocuparte, es mejor ocuparse en la oración.
-- Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
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