¿A quién le agrada estar enfermo? A nadie...
pero a veces creo que esos días de enfermedad nos son necesarios para reconocer cual frágiles somos, para recordarnos qeu no somos eternos, que nuestros cuerpos no son perfectos, y sobre todo para doblegar nuestro "yo" y recordarle que solo hay un Dios que tiene solución para nuestros cuerpos enfermos.
El pasaje leído queda impreso como un legado de lo que puede hacer la fe en el poder de Dios sobre los enfermos. Dice el versículo que los enfermos que se allegaron a Jesús quedaron sanos, y lo glorioso de todo es que Dios es el mismo hoy y por los siglos. Y los milagros y sanidades de entonces pueden ser los mismos de ahora. Gracias al poder sanador de Dios que opera mediante la fe, la oración, el acercarse a Dios, el rogar con un corazón sincero, reconociendo que solo Dios puede dar solución a nuestra enfermedad.
Hermanos y amigos que hoy por hoy están enfermos o que tienen algún enfermo en la familia, les recuerdo de parte de Dios que solo Él tiene la solución. Acercare a Dios, ruega, clama con todo tu corazón y verás de lo que Dios es capaz, ¡Al que cree todo le es posible!
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezer
ebenezertemplocristiano2009@gmail.com
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