La Biblia nos dice que si buscamos los mandamientos de Jehová y sus preceptos, seremos libres. Pero, ¿libres de qué? Hay tantas cosas que pueden estar aprisionando nuestras vidas y no necesariamente un cuarto de cuatro paredes y unas rejas alrededor de nosotros. Las adversidades, los problemas, las enfermedades, dudas, temores…. Son sólo un poco de lo muchos opresores que hay en la vida. La libertad en Cristo nos rescata de todos ellos, aún de los desconocidos, aún de las herencias que nuestros antepasados nos pudieron haber generado. Por eso un proverbio dice “Mas el que me oyere, habitará confiadamente y vivirá tranquilo sin temor del mal” Somos libres en Cristo cuando buscamos sus mandamientos y sobre todo, si los guardamos. El escuchar la voz de nuestro Señor espanta toda adversidad y oscuridad. El viene a romper las cadenas del pecado y de la muerte, pero, todo viene de Él, es el resultado de seguir sus mandamientos, de obedecer y sellar Sus palabras en nuestro corazón, de ponerlas por obra. Por eso, viviremos libres, habitaremos confiados, sin temor del mal, porque la misma esencia de Dios nos acompaña, Dios mismo habita en medio de nosotros cuando estamos llenos de Su Palabra, palabras de vida eterna.
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezer
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