Es obvio que si caminamos por un bosque en medio de la oscuridad, necesitaremos una luz que nos ayude para que no tropecemos con un árbol, caigamos en algún hoyo o que seamos atacados por algún animal.
En esta vida, en este mundo que hoy vivimos, andamos a través de un bosque oscuro, tenebroso y lleno de maldad. Y hoy más que nunca necesitamos una luz que nos ilumine, que nos ayude a ver los peligros que existen en el camino, para que no corramos el riesgo de caer en ellos.
Necesitamos una luz que guíe y dirija nuestros pasos, y esa luz; es la Biblia. La Biblia es esa luz que todos necesitamos. Es esa luz que me indica la senda que debo seguir. Es la luz que me sacó de la oscuridad en que vivía, y me llevó a conocer y a llenarme de la luz admirable de Jesucristo. La Biblia es esa luz que alumbra cada paso que doy. La que me advierte de algún error o peligro, y con sus enseñanzas me insta a recomponer el camino. Es esa luz que me dice por donde ir; cuando debo parar y cuando seguir.
La Biblia no sólo ha de ser luz para mis ojos, a fin de que disfruten de todo lo hermoso creado por Dios, sino también para mis pies, a fin de que sepa donde he de ponerlos. La Biblia ha de ser la luz que alumbre mi senda, a fin de que no me extravíe, y siga la senda correcta, la única que lleva hacia Dios; Jesucristo.
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezer
ebenezertemplocristiano2009@gmail.com
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