Cuando somos niños tenemos una Fe inmensa en que nuestros papas pueden hacer cualquier cosa, esa es la clase de Fe que nos muestra el Centurión, grande, inamovible, fuerte, puestos sus ojos en Jesús, el verdadero hijo de Dios, la verdadera fe tiene la promesa escrita de Dios como su fundamento. En Hebreos 11:1 leemos. «Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve», y a lo largo de todos los evangelios vemos acerca de la respuesta de Dios a aquellos que mostraron una gran fe. Cuando el centurión le pidió a Jesús, «di la palabra, y mi criado sanará», Jesús «se maravilló» y dijo, «de cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe» Cuando tenemos fe en Dios, nos damos cuenta de que todo es posible, tal como el centurión tenia una confianza enorme en Jesús, sabía a quién se acercaba, creía no solo en los milagros y sanidades capaz de hacer por Él, su confianza y su Fe iban más allá aun mas creyó que con que solo con una palabra de Jesús sería hecho, él puso su confianza únicamente en Jesucristo, quien es Dios encarnado, el verdadero Dios de amor y misericordia los que somos de Jesús tenemos cada una de las áreas de nuestra vida nuestra vida prendidas fuertemente a Él.
Jesús, quien no nos ha fallado en el pasado, no nos fallará tampoco en lo porvenir, El tiene el control siempre, la fe del centurión inamovible abrió la puerta a la bendición inmediata “y su criado fue sanado en aquella misma hora” el mismo Jesús se maravillo de aquella confianza depositada en Él, su ejemplo nos muestra el valor de un corazón confiado que acepta los caminos misteriosos de Dios y la presencia de Su mano poderosa, sin importar cuán perplejas o difíciles o imposibles humanamente puedan ser las circunstancias en las que nos encontremos. Cuando, creemos verdaderamente en Dios, en su fidelidad y cuidados absolutos, en Su Poder, tal y como lo hizo el centurión, cuando llegamos a tener esa Fe y confianza depositada en Dios en el Dios de Poder en el que creemos entonces vemos los milagros ahí es cuando vemos Su Gloria en nuestras vidas, en nuestros deseos en nuestro anhelos, ahí es cuando Dios se Glorifica cuando aceptamos que y creemos que para DIOS NO HAY NADA IMPOSIBLE, Dios siempre nos quiere bendecir “Jesús le respondió yo iré y le sanare” Confía en Su poder y mantente allí y Él te dará de sus bendiciones.
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezerTemplo Cristiano Eben-ezer
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