Hablando de sanidad es común pensar que es la solución divina hacia nuestras enfermedades físicas. Pero no se nos olvide que hay un mal que se llama pecado y del que nuestras vidas también necesitan ser sanadas.
En estos versículos van implícitos dos milagros
El primero, la confirmación de aquellas profecías que se sabían con antigüedad de que algún día vendría el mesías, el Cristo, el Salvador del mundo, El que declararía toda la verdad a todos.
Y el segundo milagro, dirigido a esta mujer en especial es la revelación divina y personal de que Jesús mismo era el enviado de Dios YO SOY, EL QUE HABLA CONTIGO
Podremos ser participes de muchas sanidades a nuestra vida pero les aseguro que el dia en que escuchemos la voz de Cristo en un canto, en un testimonio, en la naturaleza misma o en medio de nuestros problemas, y que nos declare, no solo nuestras verdades por las que estamos pasando; sino que nos dé esperanza de compañía y de que nos escucha y nos responde. En esos momentos estaremos sintiendo no la sanidad de nuestros cuerpos sino la del alma. Y como en esta mujer se operará dentro de nosotros un milagro espiritual que solo Cristo ofrece.
Saludos cordiales, bendiciones
Templo Cristiano Eben-ezer | ebenezertemplocristiano2009@gmail.com
Arturo Gómez Garza
Pastor Eben-ezer
arturo_gomezgza@hotmail.com | Tel. 81-35-32-01
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