martes, enero 12, 2010

PROMESAS DE SALUD



El Señor Jesús va a la sinagoga y elige dar lectura a un pasaje de las profecías de Isaías que anuncia el sublime objeto de toda su misión, su carácter divino, y sus dotes especiales para ella; expresado en primera persona, y tan singularmente adaptado al primer abrir de su boca, que parece como si fuera hecho expresamente para esta ocasión. Anuncia las dolencias bajo las cuales gime la humanidad, se presentan aquí bajo los nombres de pobreza, quebranto de corazón, cautividad, ceguera, opresión; pero no solo eso, Cristo se anuncia a sí mismo como el glorioso Sanador de estas dolencias.



Jesús señaló su propósito curando a muchas personas durante el curso de su vida. Hubo ocasiones cuando las multitudes se reunían y Él sanaba a todos los que estaban enfermos (Mateo 8:16, Lucas 6:19). La manera en que Cristo derrotó a la muerte y la enfermedad fue tomándolas sobre sí mismo y llevándolas con Él a la tumba. Cristo sufrió el juicio de Dios contra el pecado que trajo la enfermedad.


Cristo sufrió y murió para sanarnos de enfermedades morales y físicas. También resucitó y nos da la promesa de que un día toda enfermedad será eliminada de la creación redimida, cuando “enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá más muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor” (Apocalipsis 21:4).



Saludos cordiales, bendiciones
Templo Cristiano Eben-ezer
ebenezertemplocristiano2009@gmail.com


Arturo Gómez Garza
Pastor Eben-ezer
arturo_gomezgza@hotmail.com | Tel. 81-35-32-01

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