Bienaventurados los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia
Mateo 5:7
Hace
poco leía un artículo que en la actualidad se confunde el término
misericordia con lástima, entre estos
dos hay una diferencia muy grande, la misericordia es la disposición a
compadecerse de los sufrimientos y miserias ajenas, y que nos lleva a un ACTUAR
con manifestaciones de amabilidad, ayuda o perdón. En cambio sentir lástima, es
solamente una sensación pasajera que no nos lleva a ejecutar una acción bondadosa de alguna
situación ajena a nosotros.
Y
la Palabra de Dios es muy específica respecto a la misericordia, en ella
podemos encontrar primeramente que el Dios en el que creemos es un Dios de misericordia:
a)
Porque eres, oh Dios, mi refugio, el Dios de mi
misericordia. Salmo 59:17
b)
Muéstranos, oh Jehová, tu misericordia, y danos tu
salvación. Salmo 85:7
c)
Jehová, tardo para la ira y grande en misericordia.. Números
14:18
d)
y que hago misericordia a millares, a los que me aman y
guardan mis mandamientos. Deuteronomio 5:10
Pero
así como Dios tiene misericordia de nuestras vidas, también nos enseña y exhorta a que seamos misericordiosos:
a)
Así habló Jehová de los ejércitos, diciendo: Juzgad
conforme a la verdad, y haced misericordia y piedad cada cual con su hermano;
Zacarías 7:9
b)
Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia
quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a
pecadores, al arrepentimiento. Mateo 9:13
c)
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos
alcanzarán misericordia. Mateo 5:7
Que Dios nos guie a llevar
una vida conforme a Su voluntad y nos permita ser misericordiosos con aquellos
que necesitan.
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