Es evidente
que a pesar de los esfuerzos humanos, el mundo sigue su curso hacia donde está
escrito a cerca de el: hambre, enfermedad, muerte, guerras, destrucción. Y así será hasta llegar a su final, pero El Señor nos ha
prometido estar con nosotros todos los
días hasta el fin.
Basados en
esta promesa podemos tener paz, podemos venir a él y tener descanso, pasar por
valles de sombras de muerte y ser librados porque vivimos bajo la sombra del Omnipotente
y el cuida de sus hijos
Sé que las
noticias que oímos cada día no son buenas, hay peligro, inseguridad, angustia
dolor, pero hace más de dos mil años Jesús
nos vino a traer buenas nuevas acerca del reino de los cielos y nos dice:
vengan a mi todos los que están trabajados y cargados que Yo os haré descansar
Tú eliges
caminar solo o de su mano bendita, en su
presencia hay plenitud de gozo, solo en El estamos seguros y nos llevar a una patria
celestial donde no hay más llanto, lamento ni dolor.
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
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