Regalar, conceder,
obsequiar, dar, son sinónimos de entregar algo de nosotros sin ningún costo
para quién lo recibe.
A veces pensamos que el
tiempo de regalar ha llegado cuando alguien cumple años, cuando se celebra
alguna fecha importante, el día de las Madres, el día del Padre, el día del
niño, del amor y la amistad, navidad, graduaciones, logros, etc.
La verdad es que los regalos
tienen una inmensa variedad de formas,
significados y valores. Podemos regalar una sonrisa, podemos regalar de
nuestro tiempo para escuchar a alguien que necesite ser escuchado, podemos
regalar pan a un hambriento, agua a un sediento, conocimiento a un
desinformado, medicina a un enfermo, consejo a un desorientado, sangre a quién
la necesita, etc.
No necesariamente dar dinero
es lo mejor que se puede dar, al paso del tiempo, los pequeños detalles (de
poco valor monetario) en momentos adecuados, suelen ser los que más impactan a
la persona que los recibe.
El regalo más apreciado y de
mayor valor para una persona es sin duda aquél que más necesita y que no puede
obtener por sí mismo. Consciente de eso y sabedor de todas las cosas, Dios
nuestro Padre celestial, regaló a la humanidad el mayor regalo que pudiésemos
haber imaginado y que necesitamos grandemente: La Salvación en Cristo Jesús. No hay mayor regalo, no hay mayor
valor, no hay más grande significado que el darse a Sí Mismo Pagando las deudas
que toda la humanidad tenía, Derramando Su propia sangre en la cruz del
calvario para que en Su precaria situación, nosotros pudiéramos ser aceptos por
Dios y tener acceso a los lugares celestiales por toda la eternidad.
Cuando vaya a regalar algo,
tome en cuenta el sacrificio, el amor y la dedicación que requirió para hacerlo
y sobre todo si la persona que lo recibe realmente lo necesita.
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezer
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