Más claro ni el agua... En estas fechas circunda un espíritu generalizado
de regalar, cada quien en su propia medida, se toma la atención de dar un
presente a alguna persona en especial.
Alguien dijo...nadie es demasiado
pobre como para no poder regalar aunque sea una sonrisa. Tiempos de regalar nos
evocan a las fechas en que Dios padre nos dio a su único hijo parque fuese el
medio de salvación para nuestras almas. De hecho ese acontecimiento nos dejó marcado
el sentir de estos días.
A veces pienso que aprendimos a medias la lección y nos concretamos sólo
a regalar a los nuestros un detalle que exprese nuestro amor.
Para mí la otra mitad de la lección es que debemos retornar a Dios lo
que es de Dios. La alabanza, su amor, fidelidad, integridad, pasión por su presencia y
todo aquello de lo que él nos ha dado. Y no sólo es bueno regresarle a Dios lo
que le pertenece, sino que nos conviene porque el premia la obediencia más que
el sacrificio.
Si vas a regalar a los tuyos… acuérdate de Dios también merece un
presente de parte nuestra Y no sólo en estas fechas… siempre merece lo mejor de
nosotros.
Recuerda: “Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezer
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