La
oración del justo puede mucho, implica estar en buena relación con Dios, serle
fiel, buscar Su rostro, obedecerle, etc. La Palabra de Dios dice que debemos
proveer para lo nuestros, esto es nuestra familia, el núcleo de personas con
los que convivimos día con día.
El
problema es que a veces solo nos limitamos a pensar que proveer solo se trata
de cosas materiales, dinero, comida, ropa, calzado, educación académica, etc,
pero la realidad es que todo ser humano necesita de la oración intercesora.
Necesitamos de la oración para que Dios en Su misericordia actúe a favor
nuestro, para librarlos de las asechanzas del enemigo, de las garras del
maligno, de los engaños, de las malas influencias, de las malas decisiones,
etc.
Cuando
oramos, nos comunicamos con Dios, los momentos de oración son momentos en que
nuestra alma y nuestro espíritu se nutren. Buscar el rostro de Dios y pedir por
los seres amados es la mejor manera de demostrar nuestro amor y preocupación
por ellos.
Lo
mejor de todo es que con nuestra oración, sin darnos cuenta muchas veces, Dios
contesta necesidades no expresadas, problemas no confesados, dolores no
compartidos. Nos beneficiamos todos, el que intercede, el beneficiario de la
intercesión y hasta por añadidura los que nos rodean en nuestro diario vivir.
Oremos.
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezer
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