Así como la enfermedad tuvo su origen como consecuencia del pecado del
hombre; la sanidad tiene origen por nuestro Señor Jesucristo. Isaías 53:4 dice
que el llevó nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores, (53:5) Y por sus
llagas nosotros fuimos curados. Durante su ministerio aquí en la tierra Jesús
sanó toda enfermedad, y antes de ir al Padre comisionó a sus discípulos para
predicar el evangelio y para que en su nombre pusiesen las manos sobre los
enfermos y estos fuesen sanados.
Ahora en nuestros días por El Espíritu de Dios
y en el Nombre de Jesús la Iglesia debe orar por los enfermos. La oración de
sus líderes espirituales es reconocida como el medio que Dios usa para la
sanidad del que está enfermo (Santiago
5:14). A pesar del diagnóstico médico, en Dios sigue habiendo una esperanza de
salud, oremos por los que están enfermos
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezer
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